Instituto es cosa seria: derrotó a All Boys y quiere dar pelea hasta el final

En una noche soñada, por la fecha 27 de la Primera Nacional, Instituto venció a All Boys en un duelo clave por la lucha de arriba. Los goles albirrojos los marcaron Cerato y Monje, ambos en el primer tiempo. Los socios recibieron al plantel, coparon el Monumental, cantaron por el clásico ante Belgrano y sueñan con volver a Primera División.

El partido tuvo como principal protagonista al dueño de casa, que desde el comienzo fue quien tomó la iniciativa. La Gloria se plantó en campo rival y, con empuje y algunos chispazos de buen fútbol, fue llevando al Blanquinegro contra su propio arco.

La primera clara de la jornada la tuvo Gregorio Rodríguez, que presionó a Ignacio Vázquez en la salida. La pelota le quedó a Patricio Cucchi, que se tomó un tiempo para dejar al joven delantero cara a cara con Andrés Desábato. Y fue el arquero visitante el que, con una atajada de handball, le ahogó el grito a "Grego".

A la jugada siguiente, el tiro de esquina fue ejecutado por Franco Watson. El DT local pegó un par de gritos desde el banco de los suplentes para que se llevara a cabo la jugada preparada durante la semana. El centro fue raso y a la puerta del área, donde llegó Cerato que remató y después de un rebote, tuvo tiempo para frenar la pelota y ubicarla contra un palo. Ganaban los de la docta y explotaba Alta Córdoba.

A los 27 minutos, cuando el cotejo parecía haberse estancado en una meseta, Monje, siempre atento, fue a presionar sobre la salida del ex Talleres, Tomás Oneto. El defensor se confió y quiso filtrar un pase, que fue interceptado por el "Negro". Lo que desencadenó el segundo tanto glorioso, luego de que Leonardo la acomodara de derecha por abajo del portero visitante.

A los 33, llegó la primera chance de All Boys. Tras un tiro libre cercano a tres cuartos de cancha, por el sector izquierdo, llovió un gran centro de Nicolás Barrientos a la cabeza de Matías Muñoz. El central no pudo darle de lleno y la redonda se fue cerca del palo izquierdo.

En el complemento, al igual que en Mendoza, Instituto ingresó dormido a la cancha. Sin embargo, esta vez fue Jorge Carranza quien mantuvo la diferencia de dos en el marcador. Apenas se jugaban 75 segundos cuando el uruguayo Hugo Soria capturó un rebote cerca de la medialuna del área, la paró de pecho y sacó un terrible zapatazo, que el "Loco" desvió al córner.

Los cambios, los nervios, las malas decisiones arbitrales de Mario Ejarque, el juego brusco de la visita y algunas vicisitudes más llevaron a que sucediera poco y nada en el encuentro. Y pese a que Nicolás Mazzola, quien ingresó por Rodríguez, marró dos ocasiones muy claras de gol, los cordobeses no sufrieron en el epílogo del juego.