
Laprovittola tuvo su noche soñada con Barcelona

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Francisco Bolletta
Periodista
En el marco de la cuarta fecha del Grupo H de la Copa Libertadores de América, Talleres y Flamengo empataron 2 a 2 en un verdadero partidazo, con emociones de ambos lados, nervios, tensión, pero por sobre todas las cosas: bien jugado.
Willian Arao, en contra, abrió el marcador para Talleres; Giordan de Arrascaeta lo empató con un zapatazo de novela; Michael Santos puso nuevamente en ventaja a la T y Pedro, con una sutileza, le puso cifras definitivas al partido.
El encuentro comenzó con un Flamengo que rápidamente quiso hacerse dueño del balón. A través de los pies de Bruno Henrique y De Arrascaeta. A través de ellos, los cariocas generaron las primeras aproximaciones contra el arco de Guido Herrera.
Sin embargo, Talleres no demoró en responder. En 10 minutos tuvo una clarísima: Federico Girotti recibió por derecha, hizo pasar de largo a David Luiz con un sólo toque y corrió hasta la puerta del área, centró para Michael Santos que cabeceó sólo, pero por encima del travesaño.
Seis minutos después, el equipo de Caixinha tuvo una más a la salida de un tiro de esquina, donde el equipo trasladó de izquierda a derecha, otra vez de derecha a izquierda, y Catalán cabeceó para una espectacular estirada del arquero visitante.
En 20, ya parecía casi todo de Talleres: Matías Godoy recibió tras una buena jugada por derecha entre Méndez y Catalán, la metió al medio pero Michael Santos no llegó a empujarla, ante el cierre intempestivo de tres defensores brasileros.
Sin embargo, luego del sacudón, el equipo brasilero volvó a ser Flamengo y volvió a presionar arriba. Los equipos comenzaron a prestarse la pelota y fueron más intenciones que situaciones.
Y cuando Talleres se alejaba del arco de Santos, llegó un ataque de Talleres por izquierda, y Willian Arao la terminó metiendo en contra de su propia meta. En el momento que quizás menos lo merecía, llegó el gol que Talleres tanto había buscado. En 34, los de barrio Jardín ganaban 1 a 0 y era un sueño.

El 1-0 de Talleres encendió el partido
Pero el gol más que golpear, motivó a Flamengo a buscar el empate y los Albiazules debieron resistir los minutos posteriores, y encontró en Matías Catalán y Rodrigo Villagra dos cierres providenciales para evitar que Guido Herrera deba intervenir.
El primer tiempo de Talleres fue excelente ante un rival que, por momentos, intentó demostrar su jerarquía, de tal forma que hasta Bruno Henrique la empujó al fondo de la red, tras un fuera de juego de Gabigol, que rápidamente marcó el juez de línea, en la última destacada de la primer parte, donde la T se fue al vestuario ganando por la mínima diferencia.
El comienzo de la segunda etapa no fue lo que Talleres esparaba: un Flamengo que lo fue a presionar arriba, a asfixiar al equipo de Caixinha. Y a los cinco minutos, Giordan De Arrascaeta encontró la pelota en la medialuna del área, y la clavó de un ángulo. Bombaso al ángulo, imposible para Herrera y para cualquier arquero.
Pero Talleres estaba jugando un gran partido, y no bajaría los brazos: un centro desde la derecha encontró solo a Michael Santos y el urugayó la empujó por abajo ante la sorpresa del otro Santos, el arquero de Flamengo, que giró la cabeza para ver cómo la pelota tocaba la red para el 2 a 1 a favor de Talleres. Todo el equipo visitante reclamó offside, pero el árbitro señaló la mitad de la cancha.
Y a los 24, llegó la respuesta de un desesperado Flamengo: Pedro, que recién ingresaba a la cancha, recibió de Gabigol y la picó por encima de Herrera, para el 2 a 2. Una muestra de categoría individual, de un equipo carioca que no apareció colectivamente, pero con la aparición de las individualidades.
Y a partir de allí, la visita pareció decidido a ir por todo, pero los últimos 20 fueron trabados y poco jugados. Ambos equipos eligieron dejar de arriesgar, pero intentando atacar cada uno con sus armas.