
Racing recibe a Central Norte en busca del pase a semifinales

Talleres tuvo todo para ganarlo, pero cayó ante Patronato

Francisco Bolletta
Periodista
Allá a lo lejos, en los primeros días del año, cuando el Talleres de Hoyos caía en sus primeros amistosos; muchos auguraban que el futuro del equipo de barrio Jardín sería tormentoso. Mucho más tormentosa había sido la salidad de Alexander Medina. "Cómo vamos a llegar a otra final, si el técnico se va", era lo que se repetía por todas partes. Incluso, algunas notas de opinión se encargaron de asegurar que el uruguayo había hecho grande a Talleres por haber llegado a la final.
Y más con el mercado de pases comenzando a dar sus primeras noticias, no tan gratas para muchos: Que Carlos Auzqui no sería comprado. Que Nahuel Tenaglia se iría. Que Juan Ignacio Méndez se "plantaba" para no renovar. Que el capitán Juan Cruz Komar había retirado sus pertenencias y "no tenía fuerzas para seguir". El técnico, Ángel Guillermo Hoyos, intentaba hacer pie sobre una telaraña de dudas e incertidumbre, más el peso propio de tener que borrar su anterior ciclo, cuando se quedó en las puertas del ascenso en aquel fatídico 2014.

El que hace los goles y el que los evita. Fundamentales para un partido "de detalles".
La temporada no comenzó bien y el ciclo de Hoyos culminó mucho antes de lo previsto. Fue la primera vez que Andrés Fassi, siendo presidente de la "T", despidiera a un técnico. En este caso, uno que no tenía unión con un plantel que a lo largo de la temporada sería el causante de alegrías y enojos, con idas y vueltas de una tóxica relación de amor-odio.
Los reemplazantes no eran aceptados: cuando llegó Benavídez, una parte de la hinchada se encargó de repartir a viva voz que era un suplente de Arsenal que nunca había rendido, cuando había jugado casi todos los partidos -incluidos ocho de Sudamericana- hasta que una lesión lo marginó. Lo mismo con otros jugadores, como Catalán, que al segundo partido se fue silbado por parte de la platea Ardiles. El mismo Matías Catalán que hoy es figura y casi imprescindible en la defensa. Es cierto, en otra posición, que realza aún más sus actuciones: no es su puesto original. Que Garro y Godoy eran jugadores para la Primera Nacional.
Javier Gandolfi agarró al plantel y tomó algunas decisiones que había tomado Hoyos: devolver a Méndez al primer equipo -hasta ese entonces, algunos aseguraban que 'Nacho' no jugaba por decisión de Andrés Fassi. Puso a Esquivel en el equipo, Valoyes se recuperó de su lesión y todo fue alegría en esos dos partidos.
Y la alegría se transformó en ilusión cuando Pedro Caixinha llegaba desde Portugal para firmar con el equipo de barrio Jardín. El primer DT europeo en la historia del fútbol argentino. En las primeras conferencias se notaba su dote para describir los momentos que atravesaba el equipo. Sin embargo, en el vestuario no sucedía lo mismo y las habilidades como comentarista no alcanzaban: otra vez, la llegada al plantel.
Sin embargo, entre medio del ciclo Caixinha, Talleres se metió entre los mejores ocho equipos del continente tras una sólida actuación en la Copa Libertadores de América. Nada mal, para un equipo que sólo la había jugado una vez... hacía 20 años. Pero en el campeonato local la realidad era diferente: "Talleres está hipotecando su futuro con esta temporada", era algo que se repetía, mientras las similitudes entre el año 2002 y el 2022 comenzaban a aflorar. Quizás, los mismos que a comienzo de año sentaban que el equipo podría hasta "dar vergüenza" en el plano internacional. Quizás no.
La salida de Caixinha sirvió para descomprimir, y Gandolfi, de estrecha relación con gran parte del plantel, les intentó dar un orden, los instó a ser intensos y les dio ciertas libertades para ganarse la confianza de algunos jugadores del plantel que consideran que ya están para un reto más importante que vestir la camiseta de Talleres.
Será este domingo ese reto. Esta noche, el equipo que tiene como -entre otros- ídolos a campeones del Mundo como Galvan, Oviedo y Valencia, tendrá la posibilidad de lograr lo que nadie hasta ahora pudo hacer en Córdoba, ni en el interior futbolero indirectamente afiliado: ser campeones de un torneo de AFA jugando en Primera División.
Atrás pueden quedar todos los títulos de Segunda División obtenidos, y en paralelo podría compararse con aquella proeza que significó ganar la Copa Conmebol en 1999, un año después de haber ganado una de las finales más trascendentes para el fútbol de Córdoba. También pueden quedar atrás los fantasmas de las dos finales en las que Talleres fue golpeado duramente: ante Independiente en el Nacional 1977 y en la Copa Argentina 2021. Es cierto que para perder una final, hay que llegar. Y eso ya es un gran mérito. Por eso, lo que los de Gandolfi hicieron en esta Copa Argentina, es más que meritorio.
Pero es momento de continuar escribiendo la historia del fútbol de Córdoba. Si Talleres gana, si Talleres es el Campeón de la Copa Argentina 2023, o si la historia se escribe con una repetición similar a la del año pasado, en donde un equipo que gozaba de un fútbol protagónico, casi no pateó al arco ante Boca. Para esta nueva oportunidad, histórica, hay otro condimento especial: Javier Gandolfi, que llegó como interino y que a sus allegados aseguraba que estaba cómodo con el rol casi anónimo de ayudante de campo, puede quedar en lo más alto si se llega a dar lo que el hincha Albiazul anhela y sueña.
Es por eso, que "Cobija" citó a los mismos 26 hombres que vencieron a Banfield y que podría inclinarse por los mismos once jugadores, aunque Benavídez puede meterse por Buffa y Oliva hacer lo propio por Alan Franco. Quizás, en ataque, Francisco Pizzini le pueda dejar el lugar a Álvez o a Esquivel. Pero son posibilidades para un técnico que, en su primer experiencia, ya puede quedar en lo más alto. Y en lo más alto decidir su futuro.
Esta cita no será una más. Tendrá, como hace once meses, una movilización impresionante de cordobeses que agotaron más de 30 mil entradas en pocas horas para acompañar a su equipo, que enfrenta a Patronato de Paraná que no será un convidado de piedra: viene de eliminar a River y a Boca, ambos en definición desde el punto del penal. Los dirigidos por Sava, ya descendidos a la Primera Nacional, también quieren escribir esta misma historia.
El ganador -en los 90 minutos o en los penales- quedará en la parte alta del fútbol del interior. Será campeón. Clasificará a la Copa Libertadores. Y jugará la Supercopa en Abu Dhabi. Todos, pero todos los condimentos.
Llegó el día de la definición, con miles y miles de hinchas migrando a Mendoza por un fin de semana porque, muchachos, en la tierra del buen vino, juega Talleres.

Javier Gandolfi, el DT que pasó de interino a pieza clave.
Posibles formaciones
Talleres: Alan Aguerre; Julio Buffarini o Gastón Benavídez, Matías Catalán, Rafael Pérez y Enzo Díaz; Rodrigo Villagra y Christian Oliva; Diego Valoyes, Rodrigo Garro y Francisco Pizzini o Matías Esquivel o Gonzalo Álvez; Michael Santos. DT: Javier Gandolfi.
Patronato: Facundo Altamirano; Raúl Lozano, Carlos Quintana, Guasone y Lucas Kruspzky; Jonás Acevedo, Franco Leys, Nicolás Castro y Sebastián Medina; Axel Rodríguez y Marcelo Estigarribia. DT: Facundo Sava.
Hora: 20.30.
TV: TyC Sports.
Estadio: Malvinas Argentinas (Mendoza).
Árbitro: Fernando Rapallini.