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Leandro Fernández
Periodista
Un 13 de mayo como hoy, pero de 2002, Atenas lograba su séptima Liga Nacional y su emblema, Marcelo Milanesio, disputaba su último partido como profesional. Dieciocho años de carrera para el mejor jugador de nuestro torneo argentino.
El base había disputado todas las temporadas desde la creación de la Liga hasta ese 2002. Fue un adelantado a su tiempo, con una visión de juego impresionante y con un estilo que aún hoy nos sorprende en la NBA.
Marcelo terminó su carrera deportiva con una noche soñada. El Cerutti estaba colmado, en una final de Liga y con su público cantando “de la mano de Milanesio toda la vuelta vamos a dar”.
Marcelo fue fundamental en el último cuarto. El partido estaba muy “chivo” y Milanesio puso toda la carne en el asador. Cuando el Griego logró hacer una diferencia, se dio el lujo de divertirse con su gente, que no paraba de corear su nombre.
Marcelo lo disfrutaba como un rockstar y con sus gestos decía “no escucho”. Los hinchas se rompían la garganta, agradeciéndole los 18 años de carrera, todos con la camiseta de Atenas, por lo que la conexión fue única.
Los instantes finales fueron un lujo, un sueño, o como dijo el propio Milanesio: “fue de película”. Walter Herrmann hacía una volcada espectacular que le ponía un moño al partido. Como si se tratara verdaderamente de una película, el final no podía ser otro. Los segundos se consumían y Marcelo saludaba a su público con la pelota en la mano, el mismo que le había dado tantas alegrías.
No alcanza una sola nota para enumerar todos los logros y títulos de Milanesio, pero sí hay que destacar que ganó siete campeonatos de Liga Nacional, mientras que Atenas logró dos más desde su despedida. El segundo club más ganador es Peñarol con cinco, es decir que Milanesio tiene dos más que el segundo conjunto con más campeonatos.
Ese 13 de mayo de 2002 cambió nuestro básquet para siempre. Atenas se sostendría unos años más en el alto nivel, pero ya nada sería lo mismo. La Liga Nacional también cambió. Hoy sería imposible pensar en un jugador de semejante calibre, disputando 18 años en nuestro campeonato y con una sola camiseta.