Se acabó la temporada de Campazzo
Racing partió rumbo a Entre Ríos
Francisco Bolletta
Periodista
"La irregularidad del equipo es parte de un proceso de educación: necesita tiempo para acomodarse", explicó con su tono pedagógico Pedro Caixinha en la conferencia de prensa de este mediodía, la cual brindó en el C.A.R.D. Amadeo Nuccetelli.
El técnico portugués lo mencionó en más de una oportunidad en el último tiempo. Después del partido ante River fue cuidadoso: "No podemos jugar un partido al 100% y el otro al 60". En el siguiente acto, ante el Taladro en condición de visitante, el equipo se cayó después de la expulsión de Gastón Benavídez y todo fue cuesta arriba. El martes, Talleres venció a Sporting Cristal por la Copa Libertadores y Caixinha reiteró: "Ahora tenemos que demostrar que no somos una montaña rusa". Y el pedido de hoy fue similar.
"Tenemos que seguir trabajando la regularidad, en ese sentido no podemos estar satisfechos", dejó en claro.
No hicimos bien las cosas, tuvimos una gran irregularidad. Todas las competencias son importantes y hay que respetarlas. Tenemos que trabajar y reforzar la regularidad. En el fútbol es lo más importante.
"El torneo local de Talleres fue malo", analizó sin tapujos. "No hicimos bien las cosas, tuvimos una gran irregularidad. Todas las competencias son importantes y hay que respetarlas. Tenemos que trabajar y reforzar la regularidad: en el fútbol es lo más importante", concluyó.
Por otra parte, también sostuvo que por el momento priorizó realizar cambios paulatinos y no tratar de implementar su idea, principalmente por cuestiones de calendario. "No tuvimos mucho tiempo para trabajar una idea y consolidarla. Jugamos, nos recuperamos y volvemos a jugar. Abril fue muy congestionado en cantidad de partidos, viajes y concentraciones. Logramos un equipo corto, compacto, que sea protagonista y que tenga la misma forma de juego contra cualquier rival", detalló.
El "enojo" de Santos
Cuando vio el cartel, miró para abajo y comenzó a trotar lentamente. Salió del campo de juego aplaudido para darle lugar a Matías Esquivel, que finalmente terminaría marcando el único gol en la victoria ante el equipo peruano. Antes de sentarse al banco, Caixinha estiró el brazo y lo miró a los ojos, pero el uruguayo casi que no miró y el "choque los cinco" fue bastante fuerte.
Una frase muy repetida -y no por ello menos cierta- que los entrenadores sostienen es que les gusta esa clase de jugadores que se enoja ante un cambio. "Espero que todos los que salen, se vayan enojados", sintetizó el técnico. "Con Michael todo está bien, ha sido hablado y entiende que ha sido en beneficio del equipo", agregó.
Además, volvió a explicar el contexto: "Entendimos que era necesario sacar a Santos. Todos los ingresaron desde el banco lo hicieron muy bien: en el último partido fueron fundamentales", replicó.
En la práctica de hoy, se lo vio al goleador contento y sonriente. Sin lugar a dudas, se trató de un simple enojo momentáneo de un jugador con temperamento que no le gusta perderse ni un minuto; y que luego de la última lesión que sufrió, hace ya varias semanas, abandonó el estadio casi entre lágrimas por la bronca de quedarse afuera.
Próximo objetivo: Atlético, en Tucumán
En más de una oportunidad, Caixinha repitió que el partido más importante es siempre el que viene a continuación en el calendario. Incluso fue consultado por respecto al duelo ante Flamengo y no esquivó la responsabilidad: dijo que por el momento no pensó nada y sólo dejó una frase interesante. "Talleres jugará contra la actualidad de Flamengo y no contra la historia de Flamengo, eso quedó claro el último partido", sentenció.
Pero sin adelantarse demasiado, dio algunas pistas del armado del equipo para lo que será "la última oportunidad" de sumar puntos de visitante, algo que Talleres prácticamente no hizo este año. Siempre que salió de Córdoba -por la Copa de la Liga- el equipo se volvió con las manos vacías, a excepción del duelo ante Patronato que rescató un tibio empate sin goles. El resto, los perdió a todos.
El entrenador, junto a su cuerpo técnico, tienen decidido darle descanso a un grupo de jugadores enfocándose en la recuperación física de los mismos.
Las variantes podrían comenzar desde el arco: Alan Aguerre o Joaquín Blázquez son alternativas a un Guido Herrera que hasta ahora jugó todos los minutos de la temporada. Si bien no confirmó la salida del riocuartense, aseguró que "todos los jugadores que forman la plantilla pueden ser llamados en cualquier momento".
En defensa, una fija es que Gastón Benavídez no podrá estar por la expulsión que sufrió ante Banfield; y en la mitad de la cancha podría regresar Rodrigo Garro, quien ya está recuperado de una intervención quirúrgica en su rodilla tras un problema de meniscos. "Va a estar como opción real para ingresar, tiene características muy interesantes", destacó el entrenador portugués.
Sin embargo, la rotación no sería total como ocurrió en aquella dura derrota por 5 a 1 ante Defensa y Justicia, sino que el técnico se inclinaría por un mix. "Tenemos que poner siempre el mejor once que tengamos, tenemos datos de algunos jugadores que tenemos cuidar por lo físico. Esta es la última oportunidad que tenemos para ganar de visitante en la Liga, eso es importante", resaltó.
Otro desgarro y preocupación por Valoyes
"Diego Valoyes hizo los estudios y sufrió un desgarro de grado dos y estará ausente entre dos y tres semanas, yo me inclinaría más para tres", respondió abiertamente el técnico consultado por el delantero colombiano. "Su recuperación deberá ser diferente, para que no le vuelva a suceder", destacó.
El extremo derecho, que recibió una importante oferta del fútbol árabe durante el último mercado de pases, tuvo cuatro lesiones en cuatro meses y su recuperación comienza a preocupar. En el amistoso ante Belgrano, sufrió un fuerte golpe arriba y otro abajo, por lo que se fue mareado y con una entorsis de tobillo.
Luego, llegaron los problemas musculares: en la fecha 2 se lesionó ante Unión de Santa Fe, en el Mario Alberto Kempes. Fue un desgarro que lo marginó durante cinco fechas. Podía volver ante Godoy Cruz, con Javier Gandolfi como DT, y se resintió. Volvió y este martes volvió a sufrir una nueva lesión que lo dejará afuera al menos 15 días y que preocupa al mundo Talleres.