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Agustín Salzano
Periodista
La Conmebol estaría evaluando un cambio de sede para la final de la Copa Libertadores debido a los problemas sociales que afectan a Guayaquil, la sede designada. Las alternativas manejadas serían el Mario Alberto Kempes, en nuestra ciudad, o alguno de los estadios colombianos utilizados en la reciente Copa América Femenina.
La Libertadores está en etapa de definiciones, con los cruces de semifinales entre Palmeiras-Paranaense y Flamengo-Vélez confirmados para 30 y 31 de agosto (ida) y 6 y 7 de septiembre (vuelta). Sin embargo la sede de la final, prevista para el próximo 29 de octubre en el estadio Monumental Banco Pichincha, del Barcelona de Guayaquil, parece estar todavía en duda.
Si bien la Confederación Sudamericana de Fútbol no se ha pronunciado oficialmente al respecto, el encuentro definitorio podría cambiar de sede ya que por estos días, Guayaquil se encuentra bajo estado de excepción. El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, decretó la medida luego un atentado ocurrido el pasado domingo, cuando una explosión provocó cinco muertes, 17 heridos y causó daños en varias casas y automóviles de la zona.
Además de las razones de seguridad, la Conmebol estaría estudiando cambiar la sede también por algunas deficiencias del “Monumental”. Puntualmente se trataría del incumplimiento de mejoras comprometidas en la infraestructura de transmisión de la señal televisiva, en el palco de prensa y en la iluminación del estadio.
Si la confederación Sudamericana termina decidiendo cambiar la sede, la primera alternativa que manejaría es el Mario Alberto Kempes, que además será sede de la final de la Copa Sudamericana. Más atrás en las preferencias se ubicarían tres ciudades colombianas donde se disputó la Copa América Femenina: Cali (estadio Pascual Guerrero), Bucaramanga (Alfonso López) y Armenia (Centenario).