Racing, eliminado de Copa Argentina
Fin de semana de Bonus Track
Leandro Fernández
Periodista
Los Golden State Warriors se quedaron con el anillo de la NBA. Superaron a Boston 103 a 90 en el sexto juego de las finales y lograron el séptimo título de la franquicia.
El conjunto dirigido por Steve Kerr hizo un torneo espectacular y aprovechó sus momentos. Tuvo situaciones donde la pasó mal incluso en esta serie, estando abajo 2 a 1. Pero logró reponerse, recuperar su mejor versión y capitalizar cada duda de los Celtics en estas finales.
Boston golpeó en el arranque y se puso rápidamente 14 a 2 arriba por el goleo de Smart y Tatum, con cinco puntos cada uno. Los Celtics parecían decididos a llevar la serie al séptimo juego, pero la ilusión les duró muy poco.
Golden State reaccionó, gracias a su defensa secó a los Celtics y luego apareció Curry. El base era doble marcado y solo asistía a sus compañeros, pero cuando encontró el espacio para tirar, fue letal. Sus Warriors cerraron el primer cuarto con una ráfaga de 11 a 0 para escaparse 27 a 22.
Era el mejor momento de los Golden State, que con un Poole encendido, se escaparon 37 a 22. La sangría de Boston no paró; las pérdidas iban en aumento, eran dominados también en los tableros y la máxima se estiró a 21. Brown dio la cara por el local, que logró descontar e irse al descanso 54 a 39 abajo.
Los Warriors no aflojaban y eran los amplios dominadores del juego. Llegaron a sacar 22 de ventaja y Curry ya se animaba a contar sus anillos.
Cuando parecía q Boston tiraba la toalla, tuvo una última remontada, gestada principalmente por Horford y seguido por Brown en el empuje. Fueron arrestos individuales de ambos, pero lograron dejar a los Celtics solo 76 a 66 abajo de cara al último cuarto.
Boston se pudo poner a 8, pero Golden State reaccionó y liquidó la historia. La defensa fue fenomenal y apareció Wiggins para dar la estocada final. El cierre quedó para que los Celtics saquen a sus principales soldados para que se fueran aplaudidos. Para que la fiesta fuera completa, ingresó Andre Iguodala, emblema de los Warriors y parte de esta dinastía.
De esta manera, la franquicia de San Francisco se transformó en la tercera más ganadora de todos los tiempos. Quedó con siete títulos, solo por detrás de los diecisiete de Los Ángeles Lakers y de los Boston Celtics.
Este es el cuarto anillo para esta dinastía integrada por Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala, y dirigida por el entrenador Steve Kerr.
Curry fue elegido el MVP de las finales donde promedió: 31,2 puntos, 6,2 rebotes, 4,8 asistencias y un impresionante 44 % en triples.