En el quinto partido de la serie final de la Liga Nacional de Básquet, Instituto hizo un partido brillante y logró doblegar a su rival en los momentos claves. Aguantó la presión y, a dos segundos del final, Cuello tuvo sangre fría para meter los lanzamientos libres que le dieron el título.

La diferencia fue de apenas un punto y es lo que esta final se merecía. La paridad no pudo ser mayor en una serie que tuvo todos los condimentos. Cada conjunto intentó plasmar su estilo y ambos lo lograron por momentos. La definición se dio por pequeños detalles y –casi como si no hubiera podido ser de otra manera- por la mínima diferencia.

El partido inició con un ritmo infernal. Quimsa lastimaba poniendo la pelota en el poste bajo. Gallizi sufrió el ataque de su rival y se cargó con dos infracciones. Así mismo, Instituto se puso al frente con 11 puntos de Cuello. Se intercambiaron la delantera en un par de ocasiones y, con un doble de Brussino, el local se llevó el primer cuarto 25 a 23.

El encuentro tenía una carga emocional altísima. Romano le devolvió la delantera a la Gloria, pero Quimsa respondió con Brussino. Cuello continuó siendo clave y en ese tramo llamó tanto la atención que podía descargar y hacer crecer a sus compañeros. El juego siguió siendo muy apretado, pero el local logró irse al descanso 47 a 46 arriba con un bombazo de Thomas.