¿Es merecido el MVP para Jokic?
Barrio Parque ganó de visitante y ahora tiene ventaja de localía
Carolina Fumarola
Periodista
El “Colo” Barinaga atraviesa un gran momento en un Belgrano que viene muy bien encaminado en el torneo en el que buscará volver a Primera. Es el “cuatro” titular indiscutido, totalmente afianzado en una defensa que ha permitido muy pocos goles (8 en 13 fechas). Pero para llegar a este presente, el Colo ha tenido que atravesar todo tipo de experiencias en su corta carrera, y de eso se trató la charla que tuvo con 351Deportes.
En lo personal, el defensor celeste resalta el apoyo y acompañamiento que siempre sintió de parte de su familia: “es fundamental para un chico que está empezando a jugar al fútbol y que su sueño es ser jugador profesional, y yo por suerte lo tuve”. Mientras que en lo futbolístico, Juan no duda en reconocer al “Vasco” Zulueta como el DT de inferiores que más lo influyó: “Fue mi técnico de quinta, me enseñó muchísimo desde que llegué. Fue el que más me enseñó y le debo muchísimo a él”, reconoció el rosarino surgido en las inferiores de Newells old boys.
Por aquel entonces, Barinaga vivía en la pensión que el Pirata tiene para sus jugadores de divisiones menores, a donde llegó con 17 años, y conserva un cálido recuerdo de esa etapa. Recuerda con especial cariño a los cocineros: “Rodrigo, la Mari y la Ale, y el Isidro también, que era el sereno. Me marcaron mucho porque es gente que siempre está cuando necesitás, siempre está dispuesta a darte una mano. En esos momentos que estás solo o que no tenés a tus viejos para que te ayuden, aparecen ellos y se forma una muy buena relación, les agarrás un cariño terrible”.
“Hoy en día digo que ir a la pensión es lo mejor que me pasó, la mejor decisión que tomé, porque se aprende mucho. La gente es muy buena, muy amable, y los compañeros también. Si estás en la pensión de Belgrano, te enseñan eso: a ser humilde, a ser respetuoso, a ser muy amable con el otro, a compartir. Y la verdad es que en la pensión te enseñan valores que en casa capaz que no tenés. Aparte, vivís experiencias únicas: conocés gente de otras ciudades, de otras provincias y hasta de otro país; que no tienen la misma vida que vos, que tienen otros valores, otras costumbres y la verdad se aprende mucho. Así que la pasé muy bien en la pensión”, recuerda y reconoce el “Colo”.
¿Qué recuerdo tenés de tu debut en el primer equipo?
“Yo era chico, tenía 18 años. Hacía seis meses que estaba en primera. Veníamos de irnos a la B y bueno, el cuarto o quinto partido de la B, debuto en la cancha de Morón. Sale Seba Luna lesionado, me acuerdo. Entré a los 38’ o 40’, ya terminaba. Me acuerdo que entré, que me arengó el “Cabezón” Bernardello y después no me acuerdo mucho más. De tanta adrenalina y del momento que uno tanto sueña de chico y para el que tanto trabajó, como que se me pasó volando. Sé que toqué dos o tres pelotas, di dos o tres pases y nada más. O sea, no tengo un recuerdo muy claro de mi debut”, rememora entre sonrisas.
La actualidad del Pirata
A menos de tres años de aquel debut, la actualidad de Barinaga es bastante diferente, al igual que la de Belgrano. Ambos están viviendo un gran presente: El Colo afianzado como titular y parte de la base del equipo; mientras que el Celeste está puntero en el campeonato de la Primera B Nacional, con un equipo tan sólido como efectivo, que no para de ampliar la ventaja con sus escoltas.
A la hora de analizar la clave de este equipo, el rosarino destaca que “es fundamental la mentalidad que tenemos ante la adversidad y sobre todo cuando nos va bien. Aparte, estamos tirando todos para el mismo lado; hay un grupo espectacular. Además de grandes jugadores, son muy buenas personas, gente muy humilde y que se pone en tu lugar. En los momentos difíciles de los partidos, aparecen los jugadores que tienen que aparecer, con jerarquía, con experiencia. Nos ayudamos entre todos. Entonces, yo creo que esa es la clave: la mentalidad y la responsabilidad de cada jugador, sea chico o grande”, analiza el marcador de punta celeste.
¿Cómo es Farré como DT, cómo es tu relación con él?
Con Guille tengo una muy buena relación. Todos tenemos una buena relación con Guille porque es muy piola. Fue jugador hace poco, entonces creo que eso le juega a favor porque sabe cómo tratarnos, sabe cómo dirigirse a nosotros. También nos hemos enfrentado en varios partidos, entonces hay confianza. Por suerte hay confianza, es muy humilde y una excelente persona, además de ser un buen técnico.
Los sueños pendientes
Los caminos del defensor y del Pirata, también parecen confluir en los objetivos que comparten a mediano plazo: mantener la regularidad y la contundencia que vienen mostrando para seguir apostando fuerte al objetivo mayor, el ascenso. Al respecto, Juan confiesa que “uno siempre sueña con lo más grande, con la gloria máxima. Pero yo me manejo teniendo proyectos a corto plazo y la verdad que ascender para mi es lo máximo. Hoy en día, entre ascender o jugar en la Selección argentina, me quedo con ascender, porque sé que podemos”.
¿Qué significa para ustedes la posibilidad de lograr el ascenso?
Es una oportunidad enorme para el club, para todos los chicos de las inferiores, para la carrera de uno mismo. Pero sobre todo, llevar al club a primera división es muy importante. Yo también siento como que tengo una piedra en la mochila porque cuando nos fuimos a la B yo estaba en el plantel. Se vivieron cosas feas; la verdad, un ambiente horrible. Fueron seis meses durísimos y entonces creo que poder crecer futbolísticamente y encima llevarlo a Belgrano a Primera para mí sería lo máximo; sería como una misión cumplida. La verdad que ese es mi proyecto, no tengo otro que no sea ese. Me centro en una sola cosa y vamos a fondo con eso.
¿Qué le dirías al hincha celeste?
Al hincha de Belgrano, primero darle las gracias por el aguante que nos hace siempre. Agradecerle y nada más que decirles que se ilusionen; que crean en nosotros, que estamos haciendo todo para el club y no vamos a parar hasta conseguirlo (al ascenso). Así que es eso: agradecerle y darle esperanza de que crean, que vamos a ir por todo.